Todo Mafalda. Edición definitiva

Como toda persona nacida entre el Río Bravo y Tierra del Fuego, había escuchado desde muy joven sobre la existencia de una tal Mafalda. Sin embargo, nadie me habló nunca de su creador, el gran Quino, a pesar de que mi abuela tomó de él el apodo al que respondo hasta el día de hoy.

En 2020, al enterarme del fallecimiento de Joaquín Salvador Lavado, “Quino”, sentí la necesidad de volver a leer algunas de las historietas de Mafalda. Me encontré con una vigencia que, francamente, raya en lo ridículo. Desde entonces, me he convertido en un admirador de su obra, y llevar el mismo apodo que él se ha vuelto para mí un motivo de orgullo y una especie de faro moral (algo así como un imperativo categórico quinesco).

Recientemente me topé, en una librería de la Ciudad de México, con este libro conmemorativo por los 60 años de la primera publicación de Mafalda en 1964, y decidí comprarlo. Conforme lo vaya hojeando, iré actualizando esta entrada. Por lo pronto, dejo aquí algunas de mis viñetas favoritas hasta ahora.